La puerta se abrió y Andrés Silva ingreso a la sala de reuniones acompañado
de una esbelta y elegante secretaria.
Todos los presentes, que estaban sentados uno al lado del otro
completando el círculo que formaba la mesa ovalada y de caoba lustrada, se
levantaron casi al unísono. Andrés hizo un gesto con su mano indicando que se
volvieran a sentar y así lo hicieron en un minucioso orden y silencio.
Andrés, solicitó a su secretaría que le entregue la carpeta que sostenía en
sus manos. Ella se la entrego sin inmutarse.
El brillo de la mesa era tan intenso que los últimos rayos de sol que
ingresaban a través del enorme ventanal del piso 45 de la torre Alfil,
rebotaban en la lustrosa madera haciendo que la sala de reuniones se vea
perfectamente iluminada y sin que sea necesario encender los focos de luz
dicroica que enmarcaban el lugar.
Andrés observó los rostros de todos los que lo acompañaban. Había
preocupación. Era evidente que la situación había empeorado más de lo esperado
y las cosas se habían salido de control a pesar de todas las medidas
preventivas que se habían planificado con el fin de evitar lo que Andrés estaba
por exponer.
La reunión, convocada de urgencia, tenía como finalidad encontrar una
solución al grave problema, por más drástica o difícil que esta fuera. Quienes
se encontraban allí reunidos representaban a las principales potencias
mundiales y tenían el suficiente poder para hacerlo, sin que les tiemble el
pulso y sin la necesidad de tener que convocar a ningún plebiscito que los
avale.
- Damas, caballeros- dijo Andrés en un tono
solemne mientras con el control remoto encendía una pantalla
holográfica detrás suyo- Como sabrán esta reunión ha sido convocada para tratar
el problema de la superpoblación actual. Desde que en 2033 los científicos
lograron controlar el avance del envejecimiento la población mundial se ha ido
incrementando año a año de manera exponencial. El promedio de vida actual
supera los 135 años y se espera que en dos años más esta cifra vea un
considerable aumento que podría superar el 10 por ciento. Ante estos alarmantes números es necesario
que los que estamos hoy aquí reunidos encontremos una solución para que nuestra
especie pueda seguir existiendo en un mundo perfectamente sustentable.-
hizo un pausa y continuó- Según las
últimas estadísticas- la imagen en la
pantalla cambió a un gráfico a colores- los recursos naturales están por debajo
de las necesidades básicas- otro gráfico-
Ya no quedan reservas de agua potable en gran parte del planeta, los pulmones
naturales han quedado reducidos a pequeñas áreas del Amazonas, la industria
alimenticia está colapsando. Ya no quedan espacios para el ganado y la siembra
y en muy poco tiempo los niveles de CO2 serán tan elevados que nuestra
atmósfera será irrespirable e incompatible con la vida humana. Ya se están
registrando problemas con grandes masas de gente que se desplazan entre
fronteras desesperadas en busca de alimentos, medicamentos y trabajo, el caos
es inminente- Hizo otra pausa- Como
ven el panorama es desolador. Si no pensamos en una serie de acciones que
frenen todo este caos, nos veremos obligados a abandonar el planeta en un lapso
no mayor a 2 años.
Hizo pausa esta vez más larga para beber agua de un vaso que tenía a su
lado - Los escucho- dijo luego de
aclararse la voz con el agua fresca.
El doctor Nahorito levanto su pequeña mano.
-
Doctor Narohito…
- Gracias
señor Silva. Con el grupo de científicos que lidero estamos trabajando en una
recombinación de ADN que pueda revertir los beneficios obtenidos por nuestros
colegas anteriores. La idea es insertar un gen mutado dentro de la cadena
embrionaria con la intensión de frenar la enzima telomesara. La mayor parte de
la información genética se acumula en los llamados cromosomas, que como ya saben son unas estructuras
altamente organizadas, formada por ADN más proteínas, las cuales contienen la
mayor parte de la información genética de cualquier ser vivo, incluido los
humanos. Como es de conocimiento, los organismos crecen gracias a la división celular,
mediante la cual una célula inicial o célula madre se divide para formar otras
células idénticas. Las células normales están programadas para un número
determinado de rondas divisionales. Cada cromosoma posee en sus extremos una
serie de secuencias repetitivas denominadas telómeros. Debido al mecanismo de
replicación del ADN de las células, los telómeros se iban acortando con las
sucesivas divisiones, perturbando el buen funcionamiento célula. Nuestros
anteriores científicos encontraron la manera de retrasar al aumentar la enzima
de la telomerasa y alargar los telomeros. Lo que estamos intentando es producir
el efecto contrario y restaurar nuestro ADN a su forma original.
-
¿Tiempos?
– dijo Silva en tono adusto.
- Por
ahora no podemos hablar de tiempos, tenga en cuenta que llevó más de 50 años
revertir el envejecimiento, pero puedo decirle que los primeros experimentos en
ratones longevos han demostrado que vamos por el buen camino, del cien por
ciento de las pruebas un cincuenta y cinco por ciento de los anímales testeados
mostraron síntomas de envejecimiento prematuro y un 20 por ciento
envejecimiento normal.
Andrés Silva se quedó unos segundos pensativos. Movió su lapicera entre sus
dedos de un lado a otro y finalmente sentenció.
- Continúe avanzando con su investigación,
pero no es la solución que necesitamos ahora. Gracias, doctor.
Nahorito agacho la cabeza y quedo en silencio, diminuto, casi como una
sombra.
- Debemos encontrar alguna manera urgente de
corregir el problema- Silva dejo entrever mediante un duro rictus lo preocupado
y ocupado que estaba.
El General Morales levanto su robusto brazo, casi a modo de saludo militar.
Lo
escuchamos General
El General Morales se acomodó en su asiento y meditó unos segundos sus
palabras.
-
Eutanasia
selectiva- dijo casi a
bocajarro.
Se produjo un murmullo generalizado en la sala. Luego un profundo silencio.
-
Explíquese- respondió Silva sin rodeos.
- Simple, buscamos las zonas con mayor súper
población y de bajos recursos y las eliminamos mediante la utilización de algún
gas agro toxico de rápido efecto y bajo poder residual. Sería algo así como… -volvió a pensar sus palabras- desratizar, eliminar una plaga… tan simple
como eso
- ¡Eso sería un horrible genocidio! – el diputado Albernathy estallo como un
barril de pólvora al que le arrojan un fósforo encendido- ¡Jamás permitiría una atrocidad semejante! ¡Usted no tiene
sensibilidad! ¡La plaga a la cual hace referencia son personas, hombres,
mujeres, niños!
-
Debería empezar a verlos como plaga.
Piense, son ellos o nosotros. Además, no es la primera vez que se hace algo así
y no recuerdo haberlo visto actuar de esta forma en la cámara de diputados
cuando se trató de acabar con los enemigos. ¡No sea hipócrita, diputado!
El General Morales se puso colorado de furia. Albernathy estuvo a punto de contestarle,
pero prefirió permanecer callado, era evidente que las palabras le habían
pegado fuerte.
- Selección natural – dijo la bióloga Bárbara Stigman y su
cálida y tersa voz hizo añicos el tenso momento. Todos giraron sus cabezas en
dirección a ella.
- ¿Por qué no dejamos que las cosas sigan su
curso? - inquirió ante la
atenta mirada de los presentes- Aquellos
que estén menos preparados y con escasos recursos morirán en cuestión de días o
semanas por la falta de alimentos, agua potable o las enfermedades infecciosas.
Una epidemia producida por la madre naturaleza, como la de la influenza que
diezmó Europa en el siglo 19. Simple y sencillo y sin nuestra intervención.
- Es
algo muy riesgoso- opinó
Nahorita- los agentes patógenos pueden
expandirse rápidamente y producir una pandemia incontrolable. Por ahora los
brotes de sarampión, neumonía y gripe H1N1 están siendo controlados por el
departamento de sanidad. Si nos desentendemos de la situación puede ser el fin
de todos en un corto tiempo.
- El
doctor Nahorita tiene razón- la que habla es la doctora Dillon, a cargo del
Ministerio de Salud Mundial- Hacer algo
así sería como jugar a la ruleta rusa, creo que es algo sumamente arriesgado
- Dios sabe porque hace las cosas. - contesto irónica Bárbara- A veces no es el ser humano el que debe
encargarse del trabajo sucio.
Se acomodó el largo cabello y coqueteo con sus compañeros más cercanos.
Luego miro a Dillon como compitiendo para ver quien de las dos era más
atractiva.
- ¡No
meta a Dios en este asunto! - El arzobispo Gallegos por la iglesia Católica le respondió con vehemencia-
Dios está para salvar vidas no para
quitarlas.
Bárbara Stigman rió con sarcasmo.
- El mismo Dios que acabo con cientos de
personas por pensar diferente. Me hace reír Arzobispo – luego le habló al resto de los presentes-
Señores, estamos ante una situación
límite y si no entendemos eso lo más probable es que ninguno de nosotros este
aquí en una próxima reunión.
El Imán Marwan Elijal se paró sin la autorización del presidente Silva.
- Alá es
grande y nos sacará de esta calamidad, debemos confiar en él
Sus palabras sonaron algo ingenuas ante la gravedad de la situación.
Andrés Silva le echo una mirada de reprimenda al Imán, luego anotó algo en
su carpeta y se dirigió a los miembros de la mesa.
- ¿Y bien?
– dijo
- Señor presidente, creo que el ejército mundial
debe actuar de inmediato y planificar un plan de eutanasia controlada, es la
opción más viable, no podemos perder más tiempo, si usted me autoriza ya mismo
preparo a las tropas y pongo en ejecución el plan
-
Su
plan genocida- le espetó Albernathy- El Congreso
no va a convalidar su locura.
El general Molarles lo sentenció con una mirada llena de odio.
Byron Johnston de los laboratorios Spitzer & Johnston pidió permiso
para intervenir.
- Señor presidente, creo que nuestros
laboratorios podrían sintetizar cepas de Ebola en una pseudo vacuna. Una vez
inoculada en la población elegida es cuestión de días para que el virus haga su
trabajo. Nuestras familias estarían a salvo de la infección mediante la vacuna
adecuada. Calculamos que en un año el 30 por ciento de la población mundial
seria eliminada. Para eso necesitaríamos que usted nos habilite una partida
presupuestaria extraordinaria para empezar con el desarrollo.
Silva volvió a anotar, pero no emitió opinión.
Señor presidente- interrumpió Bárbara Stigman- estaría destinando millones de dólares a una solución que es posible
gracias al proceso de selección natural
- No es lo mismo- le respondió Johnston- mediante la vacunación adulterada tendríamos un mayor control de la
población infectada y podríamos diagramar cotos de eliminación sin que la plaga
se propague.
- ¡Basura!
– grito el general Morales- como en las
viejas épocas usaremos gas Sarín y san se acabó
- ¡Será de Dios! - el diputado Alernathy se levantó de su silla y
apoyó con violencia sus dos manos sobre la mesa- ¿Todos piensan en matar, destruir y eliminar de forma masiva? ¿Ninguno
tiene una idea un poco más original en dónde los daños colaterales no sean tan
terribles?
Todos volvieron su mirada hacia el diputado. El general Morales parecía
querer “comérselo crudo” pero se contuvo. Se produjo un prolongado silencio.
- ¡Por favor señores- continuó Albernathy- seamos más
racionales, más pensantes y busquemos una solución al problema de una manera
más civilizada y menos dañina!
-
El diputado Albernathy tiene razón…
Todos giraron su cabeza hacia la puerta de entrada a la gran sala de dónde
provino la voz.
Un anciano parado a pasos de ellos los miraba con ojos grises y una leve
sonrisa en sus labios.
-
¡Es un anciano! - dijo Bárbara Stigman sorprendida
A pesar de tener todos más de ochenta años, sus cuerpos y rostros representaban
un promedio de edad de 40 años, en cambio, la persona que estaba allí
observándolos se veía, senil, cansada y con la poca energía vital escapándose
de él con cada inspiración y exhalación.
- Permítanme presentarme-dijo con voz débil y pausada - soy el doctor Mali Sirivasta, una de las
personas que trabajó en la investigación sobre la detención del envejecimiento.
Sé que no tengo que estar aquí porque no fui invitado, pero como soy el único
de los responsables que aún está vivo, creo que mi presencia es más que
importante para el futuro de la humanidad. ¿No lo creen así? - Pensó que se
iban a reír por lo que acababa de decir, pero nadie movió un músculo de su
rostro.- Déjenme
que les explique antes de que el general Morales me haga sacar por la fuerza
bruta de sus soldados.
El general Morales miró a Andrés como pidiéndole autorización para sacarlo
de la sala y detenerlo, pero Silva lo contuvo con solo la mirada y un leve
gesto de su mano..
-
Gracias señor presidente. Cuando tenía 25
años me sume al equipo del doctor Wollen para trabajar en el proyecto Benjamin,
le pusimos así por una vieja película en donde un hombre nacía anciano y a
medida que crecía iba rejuveneciendo, ¿no sé si la recuerdan? - Nadie
respondió, era evidente que no tenían ni idea a qué película se refería, así que decidió continuar- Hasta ese momento era una idea maravillosa
y todos los estudios clínicos que se habían realizado mostraban resultados
esperanzadores, pero el envejecimiento aún era inevitable. Recuerdo que me hice
cargo del departamento de biología orgásmica evolutiva y unos meses más tarde y
junto a un grupo de investigadores de primer nivel y de diversas disciplinas
formamos un maravilloso equipo de trabajo, todos bajo la supervisión del doctor
Wollen. Sabíamos que la clave estaba en el tamaño de los telómeros, pero no
teníamos la manera de manipular a la telomerasa para que hiciera el trabajo que
buscábamos. La investigación duro varios años, fueron muchos los fracasos y
pocos los logros, no podíamos hallar los mecanismos para frenar a la enzima- Se
detuvo, tomo una bocanada de aire como si se hubiera ahogado y continuó con su
elocución-Un día las cosas empezaron a cambiar. Comenzamos a ver como los
ratones ancianos, a los cuales les habíamos insertado el gen mutado, empezaron
a tener más energía, se veían más activos y cada día que pasaba gozaban de
mejor salud, eran hechos auspiciosos y decidimos profundizar en esa dirección.
Dos años después habíamos logrado detener el envejecimiento…
-
No entiendo a qué viene toda esta perorata
que ya conocemos – lo
interrumpió la doctora Dillon algo molesta- ¿Tiene
alguna idea de cómo revertir la situación?
-
Si me permite terminar se va a enterar de
cuál es la solución al problema- dijo el anciano muy seguro- La doctora lo dejo continuar- Gracias doctora, si bien habíamos logrado
darle órdenes a la telomerasa para que modificara el tamaño de los telómeros
había algo que necesitábamos controlar y era la regeneración celular y eso lo
encontramos investigando a los gusanos Pantera de tres bandas, estos diminutos
anélidos tienen la habilidad de regenerar partes de su cuerpo dañadas y
utilizan una serie de interruptores de ADN los cuales controlan los genes para
el restablecimiento celular. Descubrimos que una sección de ADN no codificante
controla la activación de un gen maestro, llamado EGR. Una vez que está activo
el EGR controla una serie de otros procesos al activar o desactivar otros
genes. Esta era la llave que estábamos buscando.
-
No le entiendo – dijo Silva sin moverse de su posición de
líder- ¿Qué quiere decir?
- Mire señor presidente, durante décadas
hemos estado jugando a ser Dios y casi que lo hemos logrado, lamentablemente
nuestra ambición y nuestra posición de especie dominante nos ha jugado en
contra y hoy estamos padeciendo las consecuencias que todos conocen
- Sigo sin
entenderlo y la paciencia se me está acabando. ¿Puede dejar de ser tan
enigmático e ir al grano? – Silva estaba muy impaciente. La reunión llevaba
más de una hora y aún no habían encontrado una solución al problema.
- Si señor presidente, tratare de hacerlo.
Cuando logramos los primeros resultados en ratones, supe que estábamos ante
algo grande- continuó
Sirivasta- A medida que el envejecimiento se revertía me di cuenta que era el
descubrimiento científico más importante de los últimos tiempos y que las
implicancias del hallazgo eran imposibles de mensurar. ¿Qué pasaría cuando
replicáramos los resultados de laboratorio en humanos? ¿Funcionaría? Y en caso de que fuera exitoso ¿estábamos
preparados para vivir en un mundo donde la vejez fuera solo un recuerdo? Fueron
estas preguntas las que me hicieron reflexionar sobre las posibles
complicaciones futuras que podía tener nuestro trabajo científico, así que
busque la manera de enmendar los daños colaterales que pudieran presentarse.
Silva ya estaba muy impaciente. Comenzó a moverse inquieto en su sillón,
algo que habitualmente no solía hacer. Estaba a punto de ponerle fin a la
exposición de Sirivasta cuando empezó a rascarse un brazo. Observo al resto que
también comenzaban a rascarse distintas partes del cuerpo.
Está
comenzando – dijo Sirivasta en tono lacónico.
Silva continúo rascándose el brazo esta vez con mayor insistencia.
- ¿Qué es esto? – grito Silva mientras observaba al resto como
contorsionaban sus cuerpos a causa de la molesta picazón - ¿Qué está pasando?
-
Una simple llave genética- dijo el doctor Sirivasta casi sin
inmutarse
- No
lo entiendo- intentó
responder Silva mientras se rascaba el brazo al punto de incrustar sus uñas en
la piel y llegar a la carne. Estaba completamente desencajado, al igual que el
resto.
- Yo sabía
que iba a llegar el momento en que la situación se iba a complicar. Estaba
claro que el aumento en la población traería problemas y yo no quería ser uno
de los responsables, por eso, sin que nadie se diera cuenta, hice algunos
ajustes…
- ¿Ajustes? – grito el general Morales mientras fregaba su
pesada mano en una de sus pantorrillas con vehemencia.
- Bueno no sé si es la palabra correcta, digamos
que hice algunas correcciones en la estructura del ADN.
-
¡Explíquese! - dijo Silva en un tono elevado y al apunto del
colapso, mientras veía como sus manos se iban tornando de un color púrpura.
- Estaba tan fascinado con los gusanos
Pantera que pensé en que la solución al problema estaba en ellos. Así que
partiendo del concepto de obsolescencia programada y recombinado la capacidad
de supervivencia de estos maravillosos invertebrados diseñe un mecanismo
celular por el cual- miró
su reloj- en apenas media hora toda la humanidad
se trasformará en un enorme nido de gusanos Pantera. Ya no habrá que
preocuparse por el hambre, la falta de alimentos, las epidemias y todos esos
problemas. El ser humano pasara a la inmortalidad gracias a estos fantásticos y
diminutos seres- El rostro de Sirivasta expresaba toda su satisfacción y su
euforia.
A esta altura, la sala de reuniones era un total descontrol. Los cuerpos de
los presentes se contorneaban como lombrices, la mayoría despedía una espesa
baba pegajosa y transparente y ya casi no podía expresarse.
-
¿Qué ha hecho? - dijo Silva en un apenas audible susurro y cayo
golpeando la cara contra la mesa.
En tan solo unos minutos ya nada quedaba de la figura humana y el lugar se
vio atestado de enormes gusanos Panteras que se arrastraban sobre la mesa,
entre las sillas y por todo el piso de la enorme sala.
-Salvar al planeta- Dijo el doctor Sirivasta y caminó entre los gusanos tratando de no resbalar en la
gelatinosa baba y de no quedar atrapado en ellos. Llegó hasta el amplio ventanal, lo abrió y observo desde la
altura a una ciudad atiborrada de gusanos Pantera. Aquello era un verdadero
espectáculo. Satisfecho por los resultados y con el rostro exultante, Sirvasta se
subió a una silla, abrió los brazos y se arrojó al vacío como un pájaro que
aprende a volar.