Por mi vacio viaja el tren de los recuerdos
falto de luz y lleno de pasajeros rendidos.
Por las ventanas, los días pasan como ráfagas
del tiempo que se ha ido
y el dolor se arrima en cada estación detenida.
La memoria obliga a refelexionar lo vivido
y a encontrar sentido a aquello que olvidamos
en alguna parada.
La vías se pierden en el infinito
mientras el tren viaja y viaja incansable,
ronronenado las penas de los viajeros
sin destino.
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