martes, 23 de junio de 2015

LAS COSAS QUE YA NO ESTÁN

El mundo que yo conocí de chico cambió y entre las cosas que se perdieron a lo largo de estas cuatro décadas hay algunas que se empiezan a extrañar, no solo por su ausencia en sí, sino por lo que significaron para mi generación. La primera de las cosas que extraño es la inocencia, los niños de hoy la pierden muy rápidamente. El hambre, la pobreza, el maltrato, las guerras, el abuso y abandono de los padres, las drogas, los dispositivos móviles, la Internet entre otros, han ido borrando en poco tiempo todo rastro de inocencia y con ello la capacidad de asombrarse ante las cosas que no llegan a comprenderse. De chico me maravillaba mirando el cielo, pensando que era ese vasto espacio que se abría sobre mi cabeza. Hoy el Universo es algo que está allí y casi ningún niño se plantea lo que significa su existencia.


La segunda cosa que extraño es el poder de inventiva e imaginación que teníamos en nuestros juegos, jugar a la bolitas o las figuritas no era solo un juego, era un motivo para juntarse entre amigos y crecer juntos. Armar camiones con madera, fierros, alambres y pedazos de juguetes rotos era todo un desafío, montarse en un karting a rulemanes y arrojarse por las pendientes era toda una aventura, desnudar los sentimientos al hacer girar la botellita o jugar a Verdad consecuencia era excitante, andar en bicicleta, escalar los cerros, hacer los famosos "asaltos" con la única arma de la palabra para ver si ganábamos alguna chica era motivador y nos hacía sentir que la vida era nuestra y que la teníamos toda para nosotros.



Extraño además, la babas del diablo cayendo del cielo, las luciérnagas pintando de luces los jardines nocturnos, los panaderos flotando en el viento con su pan arropado entre plumas, los cascarudos cornudos y sus feroces batallas, los bichos bolitas, las lagartijas perdiendo sus colas al querer atraparlas, la mañanas heladas y las calles llenas de escarcha, las libélulas anunciado el cambio de clima, los bichos palos camuflados en los árboles, el Mamboretá o Mantis devorándose un pequeño insecto, la caza de ranas con el hilo y la tela roja, los campos de girasoles girando sus cabezas en dirección al sol, el canto del rey del bosque, la calandria, el cardenal y el petirrojo, las langostas saltando de a cientos por todo el jardín, los millones de caracoles esparcidos por la costa atlántica, los cangrejos de Punta Rasa, las liebres y los cuises cruzando caminos, los días mas largos, las horas nocturnas y sus historias de miedo, las salidas al cine en familia los días domingo, la alegría de encontrar un trébol de 4 hojas, el canto de las chicharras en pleno verano,las efímeras nubes de mariposas y su caleidoscopio danzante, el tiempo que se fue y que ya no volverá, las comidas caseras de mis abuelas, los fines de semana en casa de mis abuelos, las voces que ya callaron y mis primeros poemas.

martes, 9 de junio de 2015

SUBTERRÁNEOS


Una historia del espacio urbano

La tierra vista desde el espacio. Se la ve deslucida y sin los colores habituales

·        Texto: A miles de kilómetros, alguien observa al planeta tierra
      
En el Interior de una nave espacial. Un grupo de extraterrestres, frente a la gran
ventana y los paneles de control, observan la curvatura del planeta.

         Texto: (Uno de los extraterrestres, a otro) Enviaremos a dos de nuestros exploradores
     
Dos extraterrestres se desmaterializan en una maquina transportadora.

Calle Lavalle, desolada y destruida, los cines están vacíos y hay basura por todos
lados y carteles caídos. Hay algunos perros muertos. Aparecen los extraterrestres. 

·        Texto: Los dos viajeros hacen su aparición en el planeta

La ciudad de Buenos Aires (Obelisco) totalmente destruida y abandonada. Los
extraterrestres, caminan hacia el obelisco. Se ve la entrada al SUBTE D o C
·       
         Texto: Este planeta esta desolado, no vemos signos de vida
    
Los extraterrestres llegan a la boca del SUBTE D o C, frente al obelisco. De abajo
llegan acordes musicales y sonidos. Se sorprenden.

Los extraterrestres se meten dentro del SUBTE y bajan por la escalera mecánica.
Los extraterrestres salen al túnel principal. Allí es panorama es distinto. Esta lleno de personas, niños con madres, hay fuentes escaleras mecánicas enormes, negocios, parece un Shoping, los bares están llenos, hay espectáculos callejeros. Los trenes van y vienen. Debajo de la tierra hay todo un mundo que bulle.
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           Texto: Parecen que aquí se han desarrollado


            Continuará…

Solo

La lluvia llegó sin aviso, más calma de lo que esperaba, pero refrescante. Cuando salió de su trabajo dejo que el agua fresca lo mojara, despreocupado, entregado, como si  el mundo fuese a terminar en segundos. Las espesas gotas iban empapando su indefinida figura, que ahora era una mancha oscura en medio del temporal, que había apagado toda señal de vida. Era como si los tristes habitantes se hubieran esfumado. Miró hacia ambos lados y no vio nada. Fue allí cuando se dio cuenta que estaba solo.

La llave

Cuando Juana salió de la casa de  la adivina la angustia se había apoderado de todo su cuerpo, aquella carta al revés y la sentencia por parte de la pitonisa de que un grave accidente acabaría con su vida la había incomodado. No sabía si creer en aquel oscuro presagio o desestimarlo de inmediato. Dudosa de su futuro, pensó en que quizá el destino le tenía reservada algo mejor. Noto que olvidó las llaves del auto en la casa la adivina, dio la vuelta justo cuando el camión se subía a la vereda.

Bombones

Tamara sabia que debía lidiar con la mujer de Rodrigo. Imaginaba como sería su respuesta cuando se enfrentara a  él y le diera la oportunidad de elegir, seguramente sonaría convencional  y hasta en un punto irrisorio. Entró en su casa y divisó un elegante paquete sobre la mesa. Se acerco y vio que eran bombones. Una tarjeta con solo cuatro palabras “Te amo, Rodrigo”. Su rostro se iluminó, y la tristeza que la perseguía se desvaneció. Abrió la caja, eligió el más grande, lo llevo a su boca, sin saber que esa sería la última vez que vería a Rodrigo.