sábado, 18 de septiembre de 2010

Un muro

Piedra tras piedra
amontonada en la garganta
del pueblo.
Un muro,
separando los días
de sus noches,
las catedrales de sus Dioses.
Un muro
para oír llorar  a sus espaldas
o para escribirle en sus ladrillos
¡Libertad!

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