viernes, 2 de octubre de 2009

Insomnio

Una tas otra
se suceden,
engarzadas,
se pierden
en la infinidad
      de mi noche.

Una tras otra
se amontonan
en mis oídos,
las puedo contar
desde mi cama,
     solitario.

Una tras otra
las horas
      me persiguen.

Tic, tac,
Tic, tac,
Tic, tac

Los ojos abiertos
a la oscuridad
      y no ver nada.
     
Una tras otra,
las horas
      se agigantan

Tic, tac,
Tic, tac

abriendo el camino
      hacia mi muerte.

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